La tragedia continuó en Paute luego del desagüe. El material acumulado por más de un mes arrasó tierras y viviendas del cantón Paute hasta llegar al centro cantonal, 46 kilómetros más hacia el nororiente.

La casa de Elvia Guachimán fue construida al pie del cerro Tamuga y ella aún está viva porque la noche del deslizamiento se encontraba en Cuenca.

La mayoría de pobladores permaneció por casi un mes en las carpas al perder sus viviendas. La Vicaría de Paute los reubicó en Lumagpamba, en donde pese a contar con nuevas viviendas sus actividades agrícolas, y ganaderas, la vida cambió totalmente para ellos.