Si la Organización de Estados Americanos va a un país sin ser invitada, se trata de intervencionismo.

Si la Organización de Estados Americanos (OEA) no vino antes al país, tras los cambios de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) el pasado 8 de diciembre, fue porque el ex presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, no quiso.

Así lo reveló ayer Luigi Einaudi, secretario general interino del organismo, durante el desayuno con los medios de comunicación.

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En la noche, durante la rueda de prensa, Einaudi agregó que en esta ocasión recibieron la invitación del gobierno de Alfredo Palacio.

Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores señalaron que si la OEA viene por decisión propia es una forma de intervencionismo. Siempre requieren de la invitación del gobierno del país al que quieren observar, así lo establece la Carta Democrática Interamericana.

Ante las críticas de que llegaron tarde (después del derrocamiento de Gutiérrez), Einaudi trató de demostrar que la OEA no permaneció ausente de los acontecimientos del Ecuador y recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) vigiló los acontecimientos del país, desde las denuncias de los atentados hasta el decreto de emergencia.

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El rechazo de Gutiérrez a la OEA se suma a las intenciones que tuvo de impedir la visita del experto de las Naciones Unidas (ONU), Leandro Despouy, quien pidió venir en marzo y el Gobierno le sugirió que sea el 17 de abril.

El objetivo, según el alcalde de Quito, Paco Moncayo, era que no alcanzara a entregar el informe de lo que pasaba en la nación el 1 de abril cuando se iniciaba la sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

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Tras una semana en el Ecuador (del 13 al 18 de marzo), el informe de Despouy pidió “volver al Estado de Derecho” y agregó que si esta situación política jurídica se prolongaba “podría desembocar en algún hecho que todos podrían lamentar”. Sobre el reporte de la ONU, Einaudi reconoció que fue “valiente”.

Casi dos meses después, la OEA analiza no solo las circunstancias en las que fue depuesto Gutiérrez, sino que habla de una posible ayuda al Ecuador para fortalecer su democracia y sus instituciones.

Alberto Borea, presidente del Consejo Permanente, pidió paciencia tras las exigencias de un pronunciamiento más fuerte. El informe de la misión, integrada por nueve diplomáticos, se dará a conocer al pleno de la OEA en el mes de mayo.

En la mañana, el embajador de Venezuela ante la OEA, Jorge Valero, destacó que  el país “se ha convertido en un laboratorio, en el que podemos empezar a conocer y registrar nuevos paradigmas para ejecutar un proyecto democrático”. En tres días tuvieron reuniones con autoridades gubernamentales, políticos y sociedad civil.
Hoy a las 10h30 retornan a Estados Unidos.

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