La Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) mantendrá las relaciones con el presidente Alfredo Palacio. Así lo afirmó hoy el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, en una rueda de prensa en Quito, en la que dejó claro que el grupo no necesita reconocer al nuevo gobierno, sino al Estado ecuatoriano.
 
Amorim anticipó esa definición tras concluir hoy una visita a Ecuador de dos días, como parte de una delegación de la denominada "troika" de la Comunidad Sudamericana, que analizó la situación política en esta nación andina.
 
El canciller brasileño precisó que la CSN emitirá un informe sobre la situación en Ecuador en los próximos días, después de que los representantes de los miembros del grupo se reúnan para analizar las indagaciones que efectuó la misión. Sin embargo, precisó que Brasil "no tiene la práctica de reconocer gobiernos", sino de reconocer Estados y que tienen "relaciones de Estado con Ecuador".
 
En Ecuador hay "un gobierno que tiene el control de la población, en el buen sentido de la palabra, y del territorio, entonces seguiremos teniendo relación con él, e incluso ya hemos transmitido notas diplomáticas" que certifican esa posición, comentó.
 
El Canciller brasileño prefirió no referirse a los acontecimientos políticos que llevaron a la destitución de Gutiérrez, asilado actualmente en Brasil. "No queremos dar un juicio de valor, esa es una tarea de los ecuatorianos y de la historia. Nuestra preocupación no es apoyar a uno u otro gobierno, nuestra preocupación es apoyar al sistema institucional en Ecuador", insistió.
 
El diplomático reconoció que "hay una visión de cierta normalización en Ecuador", aunque remarcó que la solución a los problemas políticos en este país "es un asunto de los ecuatorianos y estamos dispuestos colaborar" en ese afán.
 
Amorim, que hoy se reunió con funcionarios de la Cancillería ecuatoriana, subrayó que el objetivo de la misión de la Comunidad era "tener una mejor apreciación de la situación en Ecuador e identificar la manera cómo podemos a ayudar" a este país.
 
La Comunidad, precisó, quiere "ser un actor coadyuvante -porque los actores protagonistas tienen que ser los ecuatorianos-, en el fortalecimiento institucional y de una democracia plena y segura que pueda garantizar la participación del pueblo en la decisiones, pero también la continuidad de su sistema institucional".
 
Amorim dijo que la misión de la Comunidad conversó con representantes de varias corrientes políticas, autoridades y sectores sociales, con los cuales se ha logrado identificar algunos espacios de colaboración.
 
Añadió que Brasil estaría dispuesto a ayudar en la organización de unas "veedurías" u organismos de transparencia para la reorganización de la función judicial, que fue el centro de la crisis que afectó al país en los últimos meses.
 
"Todos tenemos que aprender las lecciones de nuestros aciertos y nuestros errores", remarcó el Canciller tras destacar que el fortalecimiento de la democracia en los países latinoamericanos debe ir acompañado de una mejor "justicia social" que busque combatir los grandes problemas de la región: el desempleo y la pobreza.