Con el amor por la música en sus venas, heredado de sus ancestros, Astrid Reyes Abad, de 14 años, es el orgullo de la familia. El 20 de enero pasado la adolescente dejó sorprendido al auditorio al obtener el máximo puntaje en  su examen de piano ante un jurado de Londres, la capital del Reino Unido.

El logro le mereció el reconocimiento dentro y fuera de la ciudad irlandesa de Belfast, lugar a donde emigró por estudios hace cinco años junto a su madre Gweondolyn Abad.

“Astrid prueba ser la nota perfecta”, publicó el diario The Star de Lisburn al referir el 100 sobre 100 que la ecuatoriana logró en la prueba de talentos, realizado en la Escuela de Música.

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El profesor Stephen McLouhlin, director de la escuela, expresó el orgullo de la junta examinadora y elogió la calificación, a la que consideró insólita.

En su domicilio en la ciudadela Samanes, Marlene Vergara y Francisco Abad, abuelos de Astrid, son los más orgullosos. Emocionada, recuerda que su nieta heredó el gusto por la música de su esposo, quien –aunque nunca estudió música– aprendió a tocar el piano. Tuvo cuatro hijas, quienes siguieron sus pasos y una de ellas, Ingrid, se graduó de pianista concertista.

Fue de ellas y de su abuelo que Astrid desde los cinco años aprendió a tocar el piano y luego pasó a una Academia de Música, en donde estudió mientras cursaba el cuarto año de educación básica, luego viajó junto con su madre a Irlanda del Norte.

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Aunque actualmente cursa el tercer año de secundaria en el Hunterhouse College de Belfast, recién hace un año retomó sus clases de piano en su lugar de estudios y su talento fue exaltado tras los resultados obtenidos en el examen que rindió para ingresar a la Academia de Música de Lisburn.

Astrid se sentó frente al piano, rodeada de un jurado integrado por profesores del Conservatorio de Londres, y durante 15 minutos interpretó Minuteo en Do Mayor de Haydn, Marcha número uno de seis piezas para niños de Shosdakovich y Pluto de Pamela Wedgwood, piezas con las que la ecuatoriana fue ovacionada y le mereció un reconocimiento del alcalde de Lisburn y propuestas para ofrecer conciertos en el Museo de Lisburn y otros lugares del Reino Unido.