Al año de haberse legalizado el inmigrante puede iniciar el trámite de reagrupación familiar.

Brady continuará siendo ilegal en España a pesar de que sus padres ya arreglaron su situación. Con apenas 4 años, el actual proceso de regularización extraordinaria que terminará el próximo 7 de mayo no contempla la legalización de niños hijos de inmigrantes.

Los menores no se benefician del presente proceso porque únicamente está dirigido a regular a los trabajadores indocumentados para sacar a flote la economía sumergida, como indicó la secretaria de Estado de Inmigración de España, Consuelo Rumí.

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Según la ley de normalización, los inmigrantes que se acojan al proceso de regulación podrán legalizar a sus hijos luego de un año y una vez que hayan renovado la tarjeta de residencia, solo a partir de esa fecha tendrán derecho a solicitar la reagrupación familiar.

Jorge León, padre de Brady, comenta que cuando emigró a España hace dos años y medio  viajó junto con su esposa e hijo para mantener a la familia unida.

Mientras Jorge León se ganaba la vida pintando casas y alquilando barcos en el parque de la España Industrial, Brady empezaba sus estudios en una escuela de Barcelona en un ciclo denominado P2 para niños de entre 2 y 3 años.

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Hace un año nació la hermana de Brady en Barcelona y aquello, para el matrimonio de León, significó la posibilidad de acceder a los documentos, ya que al tramitar la nacionalidad de la niña se les facilitó la obtención del permiso de residencia.   Cabe aclarar que España no reconoce como españoles a los hijos de extranjeros.

Tras nacionalizar a la niña, Jorge León y su esposa dejaron de ser ilegales el pasado mes de marzo, y ahora que intentaron solucionar la estancia de Brady se encontraron con dificultades.  “Quisimos legalizarlo mediante el actual proceso, pero nos dijeron que este procedimiento no es para familiares de los inmigrantes”, señaló que en el caso de su hijo se puede aplicar a otro programa de acuerdo con  la edad de escolarización.

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Brady lleva dos años en la escuela, pero los niveles P2 y P3 –que cursa actualmente– son considerados en España como parte de la fase de preescolarización.

“Una abogada nos explicó que tenemos que acudir a la figura de la reagrupación familiar, con lo que el niño, teóricamente, tendría que volver a Guayaquil”.

Según León, el trámite de la reagrupación familiar se dificulta por el alto costo y la demora del proceso.