La protesta en contra del presidente Enrique Bolaños se originó por el alto precio del petróleo. El gobierno de Nicaragua y la Alcaldía de la capital Managua acordaron ayer otorgar un subsidio de 1,8 millones de dólares en tres meses a los transportistas urbanos, terminando así con las violentas protestas estudiantiles de los últimos días.

“Lo que queremos es la estabilidad de Nicaragua”, dijo el ministro de Hacienda, Mario Arana, quien señaló que el régimen  transferirá 1,2 millones de dólares a las cooperativas de transportistas de Managua, mientras la Alcaldía capitalina destinará otros $600.000 para la “compensación”.

Los reclamos contra un alza de 0,15 a 0,18 dólares en tarifas del transporte colectivo de Managua y de productos básicos, provocada por los altos costos del petróleo en el mercado mundial, dejaron decenas de heridos, más de un centenar de detenidos y vehículos destruidos.

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Durante toda la semana, el gremio de transportistas suspendió el servicio que a diario utilizan unas 850.000 personas en la capital de Nicaragua, uno de los países más pobres de América Latina.

El gobierno debió modificar su postura inflexible que indicaba que es al mercado al que le corresponde determinar los precios del transporte.

El presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, manifestó el pasado miércoles que el régimen  no podía disponer de subsidios para los transportistas, porque el presupuesto del  gobierno es deficitario y porque  contravenía acuerdos negociados con el  Fondo Monetario Internacional.

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Pero la madrugada de ayer cambió su postura, aunque forzó al alcalde sandinista, Dionisio Marenco, a poner su cuota, pues la Alcaldía  capitalina tampoco quería comprometer sus recursos.

Yasser Martínez,  dirigente del movimiento estudiantil,  advirtió que si en los próximos tres meses no se logra un acuerdo sobre la  forma de encarar el problema energético, las protestas volverán.

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La crisis se agravó hasta poner en peligro la estabilidad de Bolaños. 

La asociación que agrupa a los alcaldes de 152 municipios del país y el Congreso, dominado por los opositores Partido Liberal y Frente Sandinista, demandó a Bolaños solucionar la crisis o renunciar.

La Organización de Estados Americanos (OEA) llamó urgentemente a mantener la constitucionalidad y los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala declararon una alerta en la región por el peligro de derrocamiento a Bolaños y de que exista propagación de las protestas a países vecinos.

Ayer en Guatemala, los costos de los combustibles alcanzaron una marca histórica, con un aumento equivalente a 0,48 dólares en el precio de la gasolina superior.

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