El ministro chileno José Miguel Insulza admitió el sábado que era esperable que los gobiernos de Perú y Bolivia se restaran a dar sus votos para ratificarlo por consenso como el nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
 
Insulza es hasta ahora el único postulante para liderar el organismo hemisférico, luego que el viernes la otra opción, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, retirara su candidatura para la votación que se realizará el lunes en Washington. Pero los dos vecinos de Chile ya anunciaron que no lo apoyarán.
 
"Esa es una decisión de ellos. Yo sé que con Bolivia, también con Perú, tenemos problemas no resueltos en este momento, por lo tanto seguramente va a haber alguna manifestación de ellos en ese sentido, pero espero que eso no obstaculice la obtención de un consenso", dijo el hasta ahora ministro chileno del Interior.
 
La Paz adelantó que no respaldará nunca a un postulante chileno a la OEA hasta que ambos países resuelvan sus históricos conflictos limítrofes, referidos a una salida soberana al océano Pacífico para Bolivia.
 
"Mi país no puede, bajo ninguna circunstancia, sumarse a dicho consenso, puesto que entre Chile y Bolivia existen temas históricos pendientes", indicó el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, Juan Siles.
 
Mientras el gobierno peruano dejó entrever que tampoco dará su voto a Insulza debido a los últimos líos diplomáticos que lo han enfrentado con su vecino del sur, como el reflote de las denuncias sobre una supuesta venta de armas chilenas a Ecuador durante el conflicto de 1995, que Chile desmiente.
 
"La respuesta es obvia y a buen entendedor pocas palabras", dijo el presidente del Consejo de Ministros peruano, Carlos Ferrero, cuando fue consultado sobre su eventual apoyo a Insulza, tras asegurar que una investigación de su gobierno daría pruebas concluyentes de los presuntos traspasos de armamento.