El técnico colombiano, Luis Fernando Montoya, fue dado de alta el viernes de una clínica de la ciudad de Medellín en donde permaneció internado 129 días y recibió tratamiento médico especializado después de recibir dos disparos en el cuello que lo dejaron tetrapléjico.
 
Montoya, quien dirigió al Once Caldas que ganó en el 2004 la Copa Libertadores de América al vencer en la final al Boca Juniors de Argentina, fue víctima de un ataque a bala, el 22 de diciembre, durante un asalto a su esposa, en su casa cerca a la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia.
 
Los disparos lesionaron la medula espinal del estratega quien perdió la movilidad de la mayor parte de su cuerpo y deberá someterse en los próximos meses a una operación para implantarle un marcapasos, informaron los médicos.
 
El entrenador de 47 años, superó una grave infección pulmonar que se originó en su grave estado clínico inicial y que en un momento hizo temer por su vida.
 
El director de la Clínica Las Américas de Medellín, Diego Lalinde, dijo que el paciente se encuentra en buenas condiciones médicas y que su estado de ánimo es de optimismo, por lo que se autorizó su traslado a una casa campestre ubicada en el municipio de Caldas, cerca a Medellín, 250 kilómetros al noroeste de Bogotá.
 
Lalinde reveló que Montoya solicitó ser sacado de la clínica y llevado a su casa en donde permanecerá conectado a un respirador mecánico y recibirá permanentemente asistencia de un equipo médico especializado.
 
El entrenador, quien le dio uno de los mayores momentos de gloria al fútbol colombiano, fue sacado en una camilla hasta una ambulancia, en medio de gritos de júbilo y aplausos de los empleados de la clínica y de decenas de aficionados que se agruparon en las instalaciones del centro médico para presenciar su salida.