La densa capa de humo causada por centenares de incendios forestales, que han quemado más de 35.000 hectáreas ante la indiferencia gubernamental, mantenía cerrados ayer los cuatro aeropuertos internacionales de Honduras.

Las empresas aéreas han suspendido  los vuelos y trasladaron en autobuses  a El Salvador a centenares de pasajeros para que puedan llegar a sus destinos.

La situación es tremenda e inusual, dijo la ministra de Recursos Naturales y Ambiente, Patricia Panting.   Todo se debe a la cultura del fuego que tienen los agricultores que queman sus tierras para cultivar y eliminar víboras y roedores.

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El gobierno ha cerrado constantemente desde hace tres semanas las terminales aéreas debido a que el humo permanece estancado a 11.000 pies de altura en casi todo el territorio hondureño.