Mireya Vélez Falcones rechazó ayer el fallo de los ministros jueces de la 1ª Sala de lo Penal de la Corte Superior de Guayaquil, que el martes pasado confirmó el llamamiento a juicio contra su sobrina Seydi Vélez, la única detenida por el supuesto robo en la farmacia Fybeca.

La pariente de la detenida manifestó que los magistrados “estaban impedidos de dictar esa resolución, porque Seydi Vélez ya había pasado más de un año y siete meses privada de su libertad sin que hubiera sido sentenciada. El artículo 24, numeral 8 de la Constitución, establece la caducidad de la prisión preventiva, y los magistrados no la aplicaron”.

También dijo que la Sala no debió emitir el fallo porque antes de que fuera notificado había pedido que la sala de conjueces revisara la causa.

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El paso siguiente, acotó Vélez Falcones, será plantear la nulidad de esa resolución.

Ayer, en el plantón de los miércoles frente al Palacio de Justicia, Dolores Guerra,  esposa del posible desaparecido Johnny Gómez Balda, criticó el fallo de los magistrados.

Guerra indicó que los ministros jueces “parece que no leyeron el proceso. Ellos (los magistrados) lo que hicieron fue copiar el auto resolutorio del juez suplente Manuel Vélez Ayala y agregarle un montón de imprecisiones que no podrán justificar, como aquella de que al día siguiente del caso Fybeca (19 de noviembre del 2002) recibí llamadas del exterior. No sé qué pruebas vayan a presentar, porque eso nunca ocurrió”, destacó.

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Dolores Briones y Dolores Vélez,  viudas del mensajero Guime Córdova Encalada y del cliente Carlos Andrade Almeida, respectivamente, también rechazaron la resolución. Vélez dijo que no se actuó con justicia. Briones acotó que “cómo puede estar presa Seydi si  Fybeca nunca puso acusación particular”.