Es lamentable que en nuestro país se susciten acontecimientos que atentan contra la estabilidad e imagen interna y externa.

La Presidencia de la República no es un artículo que se lo puede cambiar o mover de su sitio las veces que quiera. Porque simplemente unos cuantos no están de acuerdo con la persona que gobierna, no se puede dejar manipular al país.

Si los políticos, los diputados, están tan preocupados por la economía del país, ¿por qué no donan el 50% de sus sueldos mensuales y con ese dinero alimentan a tanta gente que día a día muere de  hambre? Debemos pregonar con el ejemplo.

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Da pena que por unos cuantos que quieren aumentar sus cuentas bancarias y figurar, se retroceda en lugar de avanzar.

Mercedes Sanny Manzo Loor
Guayaquil

Me da lástima decirlo pero la política se ha vuelto un juego de niños cincuentones engreídos, malhablados, prepotentes, que quieren ganar el ridículo juego de quién escupe más lejos.

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Les digo que no le hacen bien al país sus centavitos de patriotismo, son una vergüenza que poco a poco mancilla, no sus nombres sino la palabra Ecuador.

Son pocas las cosas por las cuales podemos sentirnos orgullosos como ecuatorianos; los políticos no son una de ellas. En algún  momento la historia los juzgará.

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Tengan la vergüenza y dejen el engaño.

Sean hombres y mujeres de valía, dejen de corromper a esta patria que lo único que quiere es vivir en paz, no morir en podredumbre.

Karla Priscilla González Morán
Guayaquil

Los partidos políticos en el Ecuador, sin excepción alguna, son una vergüenza, no son más que la empresa o el medio para enriquecerse los dueños de los mismos.

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Reclamamos, exigimos, nuestros derechos como seres humanos que pertenecemos a una patria llamada Ecuador, un país donde no existe justicia social, igualdad y oportunidades para todos, a no ser porque se es amigo, pariente o ahijado de presidentes de turno; sino por el contrario, porque seamos honestos, preparados, y capaces para ejercer una función pública o privada. Un país así tiene como único final su desintegración como sociedad, territorio, ¿es acaso que no percibimos que estamos muy cerca de eso?

Milenko Martinich Montalvo
Río Grande del Norte, Brasil