La sombra del olvido envuelve a los partidos políticos desde hace tiempo, y tiende a extenderse hasta convertirse en referente que los extinga.

Quedó evidenciado en los acontecimientos el 20 de abril que dichas agrupaciones no mueven a nadie que tenga conciencia y dignidad; sus discursos de hipocresía causan repudio que nadie soporta.

El pueblo se moviliza por los deseos de ver una sociedad que garantice el derecho a la vida, salud, educación, justicia para todos.

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Sin embargo, el monopolio político atrevido quiso adueñarse del papel protagonistade las protestas que determinaron la caída de Gutiérrez, al instalar el Congreso en otro lugar y realizar el acto formal de una resolución que el pueblo quiteño ya había tomado: sacar del poder a Gutiérrez.

Pero los gritos de repudio de la masa se hicieron extensivos a todos los dirigentes políticos, y al grito de “que se vayan todos”, abrieron la lápida que guardará los restos de todos quienes han representado al pueblo solo en su forma, porque en su fondo han buscado beneficios personales.

Lcdo. Silvio Enríquez Toala
Guayaquil

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Gutiérrez dijo que solo saldría muerto del palacio, pero se resguardó detrás de miles de “robocops” especialmente entrenados para reprimir, y trajo a Quito a civiles para que su sangre no corriera.

Tenemos que exigir un Estado que nos garantice seguridad, así como salud, educación, empleo. Los ecuatorianos no deberían estar trabajando en Estados Unidos, España o Italia.

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Debieron todos estar protestando en las calles de sus ciudades natales, para que el Ecuador les ofrezca lo que ofrecen esos países.

Cuenca nos respaldó desde un principio, así como se fueron uniendo otras ciudades poco a poco, ¿pero dónde estuvo Guayaquil?

Guayaquileños, también han estado gobernados por la misma tanda que nos quiere poner los unos contra los otros.

Marie-France Merlyn Sacoto
Quito

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