Oficios religiosos, velas encendidas y mítines de solidaridad recordaron ayer el 19º aniversario de la explosión en la central nuclear de Chernobil, la tragedia atómica más grave de la historia.

La explosión en el cuarto reactor esparció unas 200 toneladas de material fusible con una radiactividad de 50 millones de curies, equivalente a unas 500 bombas atómicas. La explosión afectó directa e indirectamente a 9 millones de personas, de ellos 3 y 4 millones de niños.