Varios cientos de inmigrantes reclamaron ayer en Madrid y Barcelona una ampliación del proceso extraordinario de regularización abierto por el gobierno español del 7 de febrero al 7 de mayo próximo.

Detrás de una pancarta que pedía la igualdad de derechos entre  los seres humanos, unas 400 personas convocadas por una docena de organizaciones de inmigrantes manifestaron en un populoso sector del sur de Madrid.

Precedidos por un vehículo adornado con banderas de países latinoamericanos, los participantes corearon consignas a favor de la prórroga de la regularización, “a no ser explotados” por los empresarios, a una vida digna con “derecho a tener derechos” y en contra de la “venta de contratos” por los empleadores.

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“Papeles crueles”, “Así no”, “Ley y amos racistas, no” o “No más leyes negreras”, se leía en los carteles de los manifestantes, que reclamaron a las autoridades que contemplen otros requisitos para regularizar a los trabajadores extranjeros a quienes sus patrones niegan un contrato.

Entre las organizaciones participantes en la manifestación se encuentran la ecuatoriana Asociación Rumiñahui, Asociación Tangra, Colectivo de Refugiados Colombianos, Ecologistas en Acción, Hijos de Inmigrantes Sarabia, Infoguinea, la Asociación de Chilenos en España y Acsur-Las Segovias, entre otros.

En Barcelona (Cataluña, noreste), manifestaron en cambio unas 3.000 personas, según los organizadores y 1.500 según las fuerzas de seguridad, pidiendo una mayor flexibilización en el proceso de regularización y en apoyo a varios cientos de inmigrantes sin papeles que se han encerrado en varios locales de la capital catalana y localidades vecinas exigiendo permisos de trabajo y residencia.

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El vocero de la Federación de Asociaciones SOS Racismo, Diego Lorente, dijo que el gobierno español debería admitir “cualquier documento público” para empadronarse y poder demostrar, con efecto retroactivo, la estancia en España antes del 8 de agosto de 2004 (condición para acogerse a la regularización).

A juicio de Lorente, existe “mucha confusión y desorientación entre los inmigrantes porque las instrucciones no están claras y el recorrido burocrático del inmigrante llega a ser dramático”.

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