El lodo, la maleza y el agua empozada se han vuelto parte de la vida cotidiana de los habitantes de Los Vergeles. Ya se han acostumbrado a sortear los charcos, a enlodarse los zapatos cuando van a la tienda y  sacar el agua con tachos cada vez que se inundan sus viviendas.

Es que las lluvias son un problema constante en el sector, debido a la ausencia de zanjas y drenajes.

El aguacero que cayó la noche y madrugada de ayer no fue la excepción y volvió a anegar viviendas en la Coop. María Rubio.

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Eudoro Mendieta, de 48 años, fue uno de los más perjudicados. El ingreso a su casa, el patio y el interior del hogar permanecen con medio metro de agua desde  la lluvia del pasado miércoles.

“He estado sacando, pero el nivel no baja porque no tiene dónde defogar. Con esta lluvia fue peor, hasta la casa del perro se llenó y se me murieron 20 gallinas”, dijo.

Ayer, él y unos vecinos, también  afectados, abrieron con picos y palas una zanja hasta la esquina de la mz F.

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Según Elena Quito, otra moradora, el problema se agudizó desde que el Municipio rellenó con tierra el lugar y la compactó, por lo que ahora deja a un nivel más bajo las casas. Ella se ha inundado cinco veces y registra daños en la puerta, anaqueles y muebles.

Igual situación atraviesa  Vicente Arveláez, que desde las 03h00 estuvo  sacando el agua de  la sala y los  cuartos de su morada.

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