Varias decenas de heridos y detenidos dejaban este lunes violentas protestas en la capital nicaragüense contra el gobierno de  Enrique Bolaños, cuya renuncia fue solicitada por la mayoría de los alcaldes  del país.
 
Varios miles de estudiantes salieron a las calles de Managua para  protagonizar violentas manifestaciones contra un alza en los pasajes del  transporte urbano, a las que se comenzaron a unir pobladores de barriadas pobres, según constataron periodistas de la AFP.
 
La crisis que enfrenta el presidente Bolaños se vio agravada ante un manifiesto firmado por 96 de los 152 alcaldes del país, que le pidieron la renuncia ante su presunta incapacidad para hacer frente a las protestas  estudiantiles.
 
Según fuentes policiales y estudiantiles, los enfrentamientos de los manifestantes con grupos antimotines de la policía dejaba al menos 13 detenidos y una cantidad no determinada de heridos por piedras, balas de goma o gases lacrimógenos.
 
Los enfrentamiento empezaron en la Universidad Agraria (UNA), al norte de la capital, donde las brigadas antimotines desalojaron con gases lacrimógenos y balas de goma a los estudiantes que bloquearon la vía pública, denunció el  dirigente estudiantil, Yasser Martínez, a la AFP.
 
Los estudiantes fueron reprimidos por quemar llantas, levantar barricadas y bloquear el paso en un trecho de la carretera panamericana que pasa frente a la  UNA, 15 km al noreste del centro de la capital.
 
En tanto, cerca de 1.000 estudiantes de la Universidad Centroamericana  (UCA), y la Universidad de Ingeniería (UNI) se tomaron el centro de la capital, que se resistían abandonar el sitio, en medio de una batalla campal con la  policía, que reportaba al medio día un agente gravemente herido, constató la  AFP.
 
Mientras tanto, más 300 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de  Nicaragua (UNAN) trataban de resistir, al sur de la capital, a las brigadas  antitomotines que cercaron y abrieron fuego contra el recinto académico, donde  fueron vistos jóvenes ensangrentados buscando refugio.
 
El enfrentamiento impedía a las ambulancias de la Cruz Roja entrar al  recinto para socorrer a los universitarios heridos.
 
Por su lado, cientos de jóvenes encapuchados de la universidad de economía, ocuparon y ubicaron barricadas sobre una avenida al este de la capital, cerca  del mercado principal.
 
Uno de los pobladores que se sumaron a las protestas, Carlos López, que fue  detenido por la policía, dijo que: "Ya no aguantamos el desempleo, el alza del  transporte, del combustible, lo que el gobierno, hace contra la población sí es  vandalismo".
 
Cientos de policías patrullaban constantemente la capital nicaragüense que  ha sido cubierta por el humo que levantan las llantas que universitarios y  pobladores quemaron en varias avenidas de la ciudad, convertida este lunes en  un verdadero caos, que amenazaban con extenderse al interior del país.
 
Por su parte, los alcaldes indicaron en un manifiesto que: "Si el presidente no quiere o no puede asumir la responsabilidad para el cargo que fue  electo, con todo respeto y seriedad le solicitamos que renuncie".
 
El manifiesto, firmado por alcaldes del Frente Sandinista de Liberación  Nacional (FSLN, izquierda) y del Partido Liberal Constitucionalista (PLC,  derecha), que dirige el ex presidente Arnoldo Alemán, fue leído por el alcalde  de Managua, el sandinista Dionisio Marenco
 
El comunicado fue emitido por los ediles organizados en la Asociación de  Municipios de Nicaragua (Amunic).