Petrobras, compañía petrolera brasileña, recibió la licencia ambiental del Gobierno para operar en el Parque Nacional Yasuní. Ambientalistas consideran que no se tomaron en cuenta sus informes técnicos. Cuatro grandes obras están a cargo de dos constructoras de Brasil. Hay dos nuevos proyectos con recursos de ese país.

Dos constructoras que trabajan en obras consideradas las más grandes del país, en algunos casos con financiamiento de su propio gobierno; proyectos como la autopista Quito-Guayaquil y el aeropuerto de Tena; una empresa petrolera que labora en el Parque Nacional Yasuní pese a la oposición de grupos ecologistas, constituyen la presencia brasileña en el Ecuador, fortalecida en el gobierno del ex presidente Lucio Gutiérrez.

En total, el Gobierno de ese país a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social tiene comprometidos fondos para financiar diversas obras en un monto aproximado de 890 millones de dólares. El 30% de esos recursos ya se entregó. La mayor parte de estos compromisos se suscribieron entre el ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien vino al país en dos ocasiones.

Gutiérrez está relacionado con Brasil desde hace varios años, pues en ese país realizó parte de sus estudios.

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Sectores ecologistas refieren que probablemente ese nexo facilitó la concesión por parte de Brasil del asilo diplomático para el depuesto presidente Gutiérrez, proceso que se dio en cuestión de horas el pasado miércoles. Por eso también cuestionan las concesiones en el área petrolera.

El 19 de agosto del 2004, una semana antes de la visita al país del presidente brasileño, el entonces ministro de Ambiente Fabián Valdivieso emitió la resolución 045, que otorgó la licencia ambiental para que la empresa brasileña Petrobras opere en el Bloque 31, que comprende unas cien mil hectáreas del Parque Nacional Yasuní, reconocido por la Unesco como Reserva Mundial de la Biosfera.

En ese documento se menciona que el Grupo Asesor Técnico (GAT) del Parque Nacional Yasuní está de acuerdo con el proyecto de Petrobras. Sin embargo, diversas organizaciones ambientalistas advirtieron que esa decisión ponía en riesgo la biodiversidad de la amazonia. El 25 de noviembre del 2004, David Romo, miembro del GAT, y otros 56 investigadores nacionales y extranjeros presentaron un informe que cuestiona esa adjudicación y solicitaron un recurso de amparo contra la licencia ambiental.

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En respuesta, el entonces presidente Gutiérrez defendió las operaciones de Petrobras y adujo que la empresa invertirá 150 millones de dólares, creará fuentes de trabajo y promoverá el desarrollo del país con la extracción petrolera.

Alexandra Almeida, coordinadora de área de petróleo de Acción Ecológica, señala que la oposición a que Petrobras opere en el Yasuní tuvo respaldo mundial, porque el 90% del bloque está en la reserva.

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Fernando Ponce Villacís, quien se identifica como forajido ambientalista 1707751929, indica que el presidente Alfredo Palacio debe ordenar una auditoría de la entrega de la licencia ambiental a Petrobras, que también logró, en enero del 2004, la adjudicación por parte del Estado del Bloque 18, que incluye el campo Palo Azul, de buena producción.

Almeida menciona que el informe presentado por los 57 ambientalistas de todo el mundo “era suficiente para que el presidente Gutiérrez decida no dar la licencia”. Agrega que el bloque 31 produciría unos 30 mil barriles diarios, cantidad mínima con relación a los daños, pues las actividades de Petrobras en la zona implican la construcción de catorce pozos de producción, una planta de fluidos, oficina, dos plataformas, una vía de 45 km y un muelle en las orillas del río Napo.

La integrante de Acción Ecológica advierte que la necedad de entregar el Bloque 31 fue para facilitar la adjudicación del Bloque ITT, adjunto. “Ahí hay reservas de petróleo estimadas en mil millones de barriles. El objetivo de Gutiérrez era licitar ese bloque y Petrobras tendría la mejor opción. Eso debía hacerse en mayo próximo”, dice Almeida.

Petrobras indicó que su técnica es garantizada y no causará impacto ambiental, mientras el ex mandatario insitió varias veces que su prioridad era el tema petrolero, como herramienta de desarrollo.

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ESTUDIOS
El ex presidente Lucio Gutiérrez, a quien Brasil le otorgó asilo político, ya estuvo en Brasil durante su época de militar. En ese país realizó parte de sus estudios.

TÍTULOS
Gutiérrez fue destacado deportista. Se graduó en la Escuela Superior Politécnica del Ejército (ESPE) con el mejor promedio en Ingeniería Civil y, además, es Licenciado en Administración y en Educación Física. En Brasil hizo cursos de perfeccionamiento.

VIVIENDA
El gobierno de Brasil anunció el pasado viernes que estaba lista una vivienda del Ejército para Lucio Gutiérrez y su familia. Asimismo está listo un avión de la Fuerza Aérea, para llevarlo cuando el gobierno ecuatoriano entregue el salvoconducto para que pueda dejar el país. Hasta ahora está asilado en la residencia del embajador brasileño, en Quito.

RAZONES
Analistas consideran que estas deferencias se deben a que el presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva quiere demostrar su liderazgo regional aunque también mencionan la serie de compromisos económicos que mantienen ambos países.