La tecnología nuclear se ha trasladado en Argentina al arte, con el desarrollo de un singular sistema de conservación que impide que los insectos arrasen con cuadros, esculturas y hasta instrumentos musicales.

Se trata de un método ideado por investigadores argentinos e inédito en Sudamérica que consiste en aplicar bajas dosis de radiaciones de cobalto sobre las obras de arte para eliminar los ataques de los insectos u otros seres. La innovación ha sido aplicada a colecciones del Museo Saavedra de Buenos Aires, el más visitado de la ciudad, a instrumentos del porteño Teatro Colón, y hasta ha llegado a Nueva York, donde especialistas del Instituto Pratt, dedicados a la química del arte, comenzaron a irradiar pigmentos de diversos frescos para evitar que sean dañados por los insectos.

“Estas aplicaciones no afectan el material tratado y se logran buenos resultados en poco tiempo, sin riesgos ni acción residual, sin producir contaminación y con bajos costos”, indica un informe hecho por los investigadores, que trabajan en la Comisión Nacional de Energía Atómica de ese país (CNEA).