“Había que hacer cambios por razones de necesidad nacional”. Así justificó ayer el Gobierno el nombramiento de un nuevo Alto Mando militar y policial.

A 48 horas de que las FF.AA. dieran luz verde para que Alfredo Palacio asuma la presidencia de la República, el jefe de Estado removió de sus cargos al jefe del Comando Conjunto, Víctor Hugo Rosero, al comandante del Ejército, Luis Aguas, al jefe de la Marina, Renán Sánchez y al comandante de la Fuerza Aérea, Hernán Ayala.

En reemplazo de esos oficiales puso en esos cargos al vicealmirante Manuel Zapater, al general de División, César Ubillús, al contralmirante Héctor Holguín y al brigadier general Edmundo Baquero, respectivamente.

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Ellos fueron posesionados ayer por el presidente Palacio en el Salón Amarillo de Carondelet, en donde además, estuvo presente el ex secretario de la Administración del Gobierno de Lucio Gutiérrez, coronel (r) Patricio Acosta.

La cúpula policial también fue cambiada. Desde ayer está a cargo de ella el general José Vinueza, reemplazando a Marco Cuvero que ocupó ese cargo solo dos días.

Los cambios en las FF.AA. y la Policía fueron pedidos por los ministros de Defensa, Solón Espinosa, y de Gobierno, Mauricio Gándara, quien defendió la legalidad de la remoción de los antiguos jefes militares y policiales.

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Dijo que la recuperación del orden constitucional exige que se nombren nuevos mandos y que además, la designación se cumplió dentro de las normas militares.

Ayer, también se dispuso la salida de la antigua seguridad presidencial y lo mismo ocurrirá, en los próximos días con el jefe de la Casa Militar, general Miguel Maldonado y de la Escolta Presidencial, Omar Carpio.