Los llamados de una radio de Ecuador y el rápido despliegue de mensajes electrónicos convocando a una rebelión popular, detonaron las protestas que sacaron esta semana a Lucio Gutiérrez de la presidencia.
 
Hartos de los políticos, los ecuatorianos atendieron los llamados que cobraron intensidad desde la semana pasada y se propagaron de boca en boca, por celulares, por e-mail y por transmisiones de la emisora quiteña Radio La Luna, para culminar el miércoles con la destitución del gobernante.
 
Gutiérrez, un coronel retirado electo a fin del 2002, aún esperaba este sábado en la residencia del embajador brasileño en Quito el permiso para viajar asilado a Brasil, tres días después de las intensas protestas que influyeron en su salida.
 
Enardecidos manifestantes -desde hombres de negocios, hasta amas de casas y estudiantes- describieron las protestas como una rebelión popular que reflejó la frustación por abusos de poder del gobierno y fracasos de líderes de todos los políticos. Al menos dos personas murieron durante la revuelta.
 
"La radio abrió los micrófonos para que la gente pudiera pronunciarse sobre la situación que está viviendo Ecuador", dijo a Reuters el director de Radio La Luna, Ataulfo Tobar.
 
A la par de las protestas, diputados de la oposición se reunieron el miércoles en una sesión especial en la que destituyeron a Gutiérrez y minutos después juramentaron al vicepresidente Alfredo Palacio como su sucesor. Los líderes militares también le quitaron el apoyo luego de su remoción.
 
Fue un movimiento espontáneo de masas. "Los partidos de oposición no pueden decir que los eventos fueron dirigidos por ellos", dijo el estudiante Ramiro Serrano.
 
Los manifestante se autodenominan "forajidos" haciendo eco del nombre que les puso Gutiérrez, cuando días antes los echó de la casa de su familia mientras protagonizaban una de las tantas protestas en su contra.
 
Calcomanías para los autos y camisetas con la palabra forajidos eran vendidas en las calles de la capital.   
 
Al aire "forajidos"
 
Muchos "forajidos" daban sus reportes a la Radio La Luna, que transmitió por 24 horas desde la semana pasada convocando a las protestas pacíficas con distintos sellos coloridos.
 
Un día fueron "cacerolazos" de ollas, otros fueron el "reventón" de globos, "el tablazo" con palos de madera y el "rollazo" para colgar en los autos rollos de papel higiénico.
 
Un e-mail ampliamiento distribuido en varias listas mostró una imagen animada de cacerolas abriéndose y cerrándose.
 
"Aquí llega la gente a nuestra radio para hacer denuncias. Como éstas iban creciendo, aparecieron dirigentes políticos y la gente los rechazaba y les decía fuera", dijo Tobar.
 
Mientras las protestas tomaban calor, el gobierno de Gutiérrez bloqueó la señal de La Luna, según denunció Tobar. El anterior gobierno rechazó esa acusación pero no pudo contener que manifestantes enviarán mensajes de textos con los detalles de las marchas mientras La Luna estuvo fuera del aire.