Esta semana la temperatura superficial del mar siguió subiendo pero en menor medida, alcanzando un máximo de 28,5 °C. Se cree que estas condiciones máximas perduren cerca de dos semanas propiciando lluvias en Manabí y Esmeraldas; no tan intensas en las otras provincias costeras.

Los acuicultores deben controlar en las piscinas el efecto de la capa de agua dulce por las lluvias.