El primer ministro japonés Junichiro Koizumi  presentó ayer en Yakarta sus “excusas sinceras” por los “sufrimientos”  infligidos por Japón en su pasado imperialista, una declaración recibida con beneplácito por Beijing, en un contexto de gran tensión bilateral.

Pero China manifestó su molestia por la visita de parlamentarios  japoneses, al santuario patriótico de Yasukumi, en homenaje a soldados nipones muertos en la II Guerra Mundial.