Cuarenta niños y jóvenes ecuatorianos con discapacidades físicas como ceguera, sordera, discapacidades motoras o psíquicas (síndrome Down), forman el Sistema Nacional de Música para Especiales (Sinamune) de Loja, creado por el maestro Édgar Palacios.

El grupo cuenta con miembros de 8 a 27 años de edad y que tocan instrumentos de viento, teclados y percusión.

Según el director, Sinamune surgió hace once años en el país. Este proyecto educativo académico ofrece la posibilidad de profesionalizar en este campo a sus alumnos, ofreciéndole alternativas laborales dignas así como un espacio creativo propio.

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Dijo que apoyados por instituciones gubernamentales y privadas, demuestran el progreso cultural de la región sur del país.

“Estos chicos no deben ser considerados ciudadanos de segunda. Utilizar la música como terapia para ellos es el gran objetivo de la orquesta Sinamune”, indicó Palacio.

Sostuvo que los niños y jóvenes que integran la orquesta no solo deben tocar bien, sino que se necesitan de otros parámetros de formación para que puedan adaptarse a las condiciones de vida que no son fáciles, especialmente en su situación.

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La orquesta ha recorrido España e Italia. En octubre y noviembre del año pasado viajó hasta El Vaticano, para dedicarle temas como Vasija de barro al ahora fallecido papa Juan Pablo II.

Durante 23 días de gira la orquesta recorrió varias ciudades de esos dos países europeos, financiados con autogestión ayudados también por organizaciones que se dedican al apoyo a migrantes.

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“La gira de estos niños especiales fue un acto muy importante, sobre todo porque cumplen con el objetivo probablemente más importante de la música que es transmitir emoción, alegría y solidaridad”, según lo explicó Emilio Izquierdo, embajador de nuestro país en Italia.

Buenos comentarios
Durante su viaje a Europa, el grupo recibió buenos comentarios en sus presentaciones. Para Giovanni Darquea, cónsul del Ecuador en Roma, los niños de la orquesta no podrían ser mejores, pues el esfuerzo que han hecho y la calidad de su interpretación puede ser escuchado en cualquier ciudad del mundo”.

Por su parte, Francisco Carrión, embajador de Ecuador en España, afirmó sentirse muy orgulloso de los niños porque son ecuatorianos.

Varios españoles e italianos expresaron su complacencia, emoción y alegría después de haber asistido a las presentaciones de Sinamune. “Aún tenemos una lagrimilla en los ojos porque nos ha emocionado la orquesta”, dijo María Mercedes Diez, participante de la organización Save The Children Zaragoza.

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“El proyecto a simple vista parecía bonito, pero una vez que lo vives y que estás dentro y puedes ver semejante maravilla de concierto desde luego que no hay palabras”, indicó María Fuster, directora de educación y cultura del ayuntamiento de Madrid.

Esas son algunas de las impresiones que dejaron en su gira por Europa estos 40 niños junto a su director.

La orquesta del Sinamune tiene previsto realizar una nueva gira para noviembre de este año a Japón. Ahora esperan contar con el apoyo de la empresa privada y del Estado para financiar el viaje.