Varios diputados aseguraron ayer, en medio de las manifestaciones que se presentaron en la capital y que destituyeron al ex presidente Lucio Gutiérrez, que entregarían sus cargos dentro del Congreso Nacional, para dar paso a una reforma política que pedía la multitud.

“Advertí al país que iba a renunciar, y lo voy hacer, cuando el Congreso cumpla lo que tiene que hacer, cambiar el Tribunal Constitucional (TC) y el Tribunal  Supremo Electoral (TSE), que es un trámite de dos o tres sesiones más”, señaló esta mañana el legislador socialcristiano Alfonso Harb, durante una entrevista concedida a Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil).

“Es una promesa que hice públicamente y yo cumplo mi promesas”, enfatizó Harb. Sin embargo, sostiene que no pueden salir los 100 parlamentarios del Congreso. “No todos le hemos fallado a la ciudadanía, habemos diputados que no nos hemos vendido ni corrompido”, enfatizó.

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De la misma forma, Ramiro Rivera, jefe de la Democracia Popular, en diálogo con Teleamazonas, insistió en la “autodepuración” del Parlamento. “El sistema político antiguo colapsó. El Congreso como sinónimo de corrupción, de manejos, de enriquecimiento ilícito, es un Congreso que el Ecuador no quiere”, aseguró.

Finalmente, Rivera expresó que si el máximo organismo legislador “continúa con los repartos, yo prefiero ir a mi casa”. Por ello exhortó a los congresistas a dejar trabajar al nuevo primer mandatario, Alfredo Palacio, para que “no pase a hipotecarse a las presiones parlamentarias, sino responda al interés de la nación”.