Luego que se practicó la autopsia al cadáver de Juan Pedro Villalba Iza, de 27 años, también se tomaron muestras histopatológicas (de tejido) al cerebro, corazón, pulmones, estómago e hígado, las cuales fueron enviadas al Instituto Leopoldo Izquieta Pérez, de Quito, para ser analizadas.

Una vez que se concluyó el análisis, el cual está firmado por el doctor Milton Tapia, se estableció que Villalba falleció a consecuencia de una congestión en el corazón, hemorragias focales en los pulmones, gastritis crónica en el estómago y un edema en el cerebro.

Con estos resultados, el 26 de julio del 2004, la agente fiscal distrital de Imbabura, Hilda Ruiz, remite el expediente 1455-2005 a la sala de sorteos de la Corte de Justicia de la Policía Nacional, en Quito, inhibiéndose de conocer la causa, porque todos los policías involucrados en el caso se encuentran en servicio activo.

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Tras el respectivo sorteo del pasado 16 de agosto, la I Corte Distrital de la Policía Nacional remitió la documentación relacionada con la muerte de Villalba a la jueza 3º del I Distrito Policial.

La Policía de Ibarra justificó la muerte de Villalba al indicar que los autores del hecho pudieron haber sido los compañeros de celda de la víctima.