El Valle de los Chillos estuvo totalmente convulsionado hoy. Se registraron por lo menos ocho sitios de enfrentamientos entre manifestantes quiteños y simpatizantes del Gobierno que habían llegado desde diferentes provincias del país para apoyar a Lucio Gutiérrez.

Los incidentes más serios se produjeron en el sector del peaje de la autopista General Rumiñahui. Allí, no menos de 500 afuereños y unos mil capitalinos se enfrentaron con piedras y palos tratando de tener el dominio de las instalaciones del Consejo Provincial de Pichincha.

Durante la mañana la Policía Nacional intervino, pero únicamente para impedir que los roces pasaran a mayores. Sin embargo, se dio protección a los visitantes y se gastó abundante gas lacrimógeno en contra de los capitalinos.

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Los intercambios de pedradas causaron serios daños a varias de las unidades de transporte que habían llegado, especialmente desde Manabí y de la provincia de Los Ríos. Los propietarios de esos vehículos, enfurecidos por la destrucción de sus carros, comenzaron a lanzar piedras a todos los vehículos que pasaban por la autopista.

En el peaje la situación se calmó gracias a la oportuna intervención del alcalde Paco Moncayo (ID), quien exigió a la Policía replegar a los simpatizantes del Gobierno y permitir que se realicen las manifestaciones en calma.

Atendiendo el pedido del funcionario, la Comandancia envió unos 200 uniformados más, quienes lograron imponer una relativa calma. Los policías escoltaron a los visitantes para que retornaran a sus provincias y obligaron a los capitalinos a que no los despidieran a pedradas, como era la intención y como se cumplió por parte de unos cuantos enfurecidos reclamantes.

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La situación finalizó a las 13h05, momento en el cual salió el último vehículo con destino a Manabí. En ese instante los capitalinos entonaron el himno nacional, como un signo de victoria.

En el sector de El Trébol (centro-este de la ciudad) los manifestantes colocaron llantas encendidas para bloquear la entrada a Quito de buses con simpatizantes del ex presidente Lucio Gutiérrez.

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Un piquete de la Policía, que se disponía a disolver la manifestación, fue disuadido por la ciudadanía de no usar la violencia. Los gendarmes no tuvieron problemas para retirar los obstáculos para que el tráfico se restableciera, aunque solo parcialmente.

En el sector se pudo ver a miles de personas a pie, mientras a pocas cuadras, en el Ministerio de Defensa, se preparaba el informe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas mediante el cual le retiraban el apoyo a Gutiérrez.