El ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, rechazó ayer que se vaya a ampliar el plazo para la regularización de inmigrantes, que expirará el próximo 7 de mayo, al considerar que “se han interpretado con flexibilidad” los requisitos para la legalización.

En declaraciones a la estatal Radio Nacional, Caldera afirmó que es lógico que el lunes pasado hubiera aglomeraciones en las oficinas de regularización porque era el primer día en el que se podían presentar los denominados empadronamientos por omisión, que suponían flexibilizar el proceso de regulación.
 
El Ministro español explicó que las 800.000 personas que en un principio se pensó iban a beneficiarse de este proceso eran un cálculo sobre el padrón español del 2004, pero matizó que de esta cifra solo 700.000 están en edad de trabajar.

A su juicio, con los cerca de 400.000 ciudadanos que  solicitaron la regularización hasta la fecha y la presumible aceleración del proceso que se producirá en las tres semanas que restan, se estará “muy cerca del máximo total de personas legalizables”.