22La flexibilidad del gobierno español favorece a unos, mientras otros se angustian al no poder legalizarse.

Víctor Pilatuña, quiteño de 24 años, agradece a Dios por  haberse enfermado de una fuerte gripe tras llegar a España en julio del 2004, lo cual le obligó a solicitar una tarjeta sanitaria, gracias a la cual  ahora sonríe porque le permite acogerse a la regularización.

Para Víctor fue fácil conseguir el empadronamiento con la tarjeta sanitaria y ahora respira  tranquilo al saber que podrá trabajar sin temor y dificultades en la construcción, en donde su jefe lo ayudó con los papeles necesarios.

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Para otros la situación se vuelve desesperante. Darwin Díaz, ibarreño de 35 años, quien también llegó a España el 19 de julio del 2004 dice estar angustiado porque no puede demostrar su llegada a este país a falta del registro de empadronamiento y de no contar con ninguno de los siete documentos que el régimen español facilitó la semana pasada  para acreditar la estadía.

El compatriota, un ayudante de cocina de un conocido restaurante de la capital, indica que intentó demostrar su permanencia en España con el sello de ingreso en el pasaporte, pero no le aceptaron porque no es un documento válido.

El abogado español Rafael Ortega señala que el pasaporte no debe ser uno de los documentos a presentar para el empadronamiento por omisión, porque con este  se puede confirmar su ingreso al país, pero no se puede testificar su estadía en el mismo.

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Muchos extranjeros han utilizado a España como la puerta de Europa y se han repartido por varias naciones cercanas. Además debemos tomar en cuenta que en el pasaporte no se pone la fecha de salida por pertenecer a la Comunidad Europea, agrega.

En la desesperación por conseguir el empadronamiento, hasta tiquetes de compras en supermercados son presentados por los inmigrantes indocumentados para registrar su presencia y  lograr legalizarse.

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La desinformación es uno de los mayores problemas y los ayuntamientos se han convertido en  Torre de Babel. La diversidad de nacionalidades, culturas y   lenguas, hacen más difícil la explicación y tramitación del proceso.

Frente al caos propiciado por el padrón por omisión se  crearon  oficinas en Madrid, para que apoyen a los funcionarios. Una de ellas está ubicada en la Avenida del Mediterráneo Nº 20, en donde se atiende de 09h00 a 21h00, sin  previa cita y se incrementó el  personal en las tardes.

397.502 peticiones
La administración española  recibió hasta ayer 397.502 solicitudes de regularización de trabajadores extranjeros en España, informó  el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, según la agencia Efe.

De esa cifra, 110.400  se presentaron en Madrid, 83.471 en Cataluña (noreste) y 60.142 en la Comunidad Valenciana (este), lo que supone el 63% del total, añadieron las fuentes. Las peticiones admitidas se elevan al 97,52%, las no admitidas al 1,24% y las pendientes de certificación suponen también el 1,24%.

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