El cabildo de  Milagro anunció reubicar los rieles que retiraron anteriores administraciones.

El tren ecuatoriano tiene una nueva oportunidad de recorrer la ruta Durán-Bucay luego de la decisión del alcalde de Milagro, Francisco Asán, de permitir la reinstalación de los rieles en el centro de la ciudad.

Parte de la línea férrea se levantó en Milagro durante la administración municipal que presidió Jacobo Bucaram, por lo que se cortó el recorrido de los trenes y autoferros por la calle García Moreno.

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La Municipalidad puso una condición principal para que el ferrocarril vuelva a pasar  por Milagro: que la estación se ubique  afuera de la ciudad, que podría ser por la lotización Quinta Sánchez, en la vía a Naranjito, indicó Washington Pesántez, director de Obras Públicas.

Pesántez destacó que otro requisito es que no se levante el nivel de la calle para no obstaculizar el paso de los automotores y peatones. El edificio de la actual estación se lo destinaría a museo ferroviario, que estaría a cargo de la Municipalidad.

Con la medida se busca incentivar la producción agrícola e industrial así como la actividad turística, explicó el concejal Steven Macías, quien destacó que la Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado (ENFE) debe elaborar un proyecto que contemple la ubicación de la nueva terminal y el nuevo recorrido alejado del centro de la ciudad.

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La rehabilitación del ferrocarril en el tramo Durán-Yaguachi-Milagro-Naranjito-Bucay es posible de realizar en corto tiempo, siempre y cuando se asignen los recursos necesarios, expresó Fernando Calderón, superintendente de la ENFE en Durán.

Para que los trenes circulen con seguridad se requiere reparar varios tramos de la vía, colocar durmientes (maderos) en ciertos sectores y reponer los rieles que se sacaron en Milagro y otros que se robaron cerca de Naranjito.

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La estación de Durán, considerada una de las principales del sistema ferroviario, es un sitio lúgubre y casi sin vida, donde unos pocos trabajadores deambulan entre máquinas viejas y oxidadas.

Para reanudar el servicio se cuenta en Durán con una vieja locomotora a vapor, mientras que en Bucay hay otra máquina de iguales características, expresó Calderón.

En Bucay hay un tren de igual característica y un autocarril, con lo que ofrecería el servicio de carga y pasajeros.

El tramo Durán-Milagro  sirve actualmente para el descanso de ganado, bestias de carga y aves silvestres.

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Eficiencia de los servicios
La reactivación del ferrocarril no es solo la colocación de los rieles, sino, además, la reingeniería total de la ENFE a fin de garantizar la eficacia de los servicios, dijo Edwin Villota, secretario general del Comité de Empresa, Base Eloy Alfaro.

El dirigente gremial recalcó que es fundamental la decisión política del presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, de rehabilitar el ferrocarril ecuatoriano y asignar los correspondientes recursos económicos.

Recordó que el Mandatario ofreció incluir en el presupuesto del Estado las partidas para aumentos de salarios y reducir por lo menos el 35% de los trabajadores activos.

Los empleados ferroviarios piden que el Gobierno entregue a la ENFE  8’721.017 dólares que corresponden al saldo no transferido a la empresa en el 2001, por la Ley 034.

Villota indicó que  esa cifra serviría para rehabilitar varios tramos de la vía férrea.

La intención de recuperar el tren impulsó a citas de prefectos de Azuay, Cañar, Chimborazo, Imbabura y Pichincha y quince alcaldes de cantones por donde pasa el tren.

En esa oportunidad los dignatarios exigieron al Gobierno se asignen recursos para rehabilitar la vía y otros equipos, lo que no se cumplió.

Otra opción para la rehabilitación del ferrocarril la dieron el gobierno de Canadá y empresarios de ese país, quienes  otorgaron a Ecuador un préstamo no reembolsable por  567.015 dólares para financiar los estudios respectivos.

 Uno de los daños en la línea férrea está localizado en el km 124 vía a Chimborazo, donde un deslave represó el río Chanchán hace cuatro años.

Mientras, montañas de chatarra se apilan en la terminal de Durán en espera de la decisión gubernamental de salvar el sistema ferroviario, que fue columna vertebral de la economía del Ecuador.