México dijo hoy que no será "santuario" de narcotraficantes y confirmó la extradición a Estados Unidos del supuesto traficante colombiano de cocaína Luis Mario Rojas.
 
"Este país no será santuario de criminales extranjeros, por lo que concederá todas las extradiciones que procedan jurídicamente", declaró un funcionario de la Procuraduría General (PGR, Fiscalía), organismo que depende del Ejecutivo mexicano.
 
Ese funcionario, que habló a condición del anonimato, señaló que la PGR tramitará "todas las extradiciones de ciudadanos extranjeros detenidos en México, siempre que procedan jurídicamente".
 
No obstante, el funcionario se abstuvo de indicar si hay otros colombianos presos en México y solicitados en extradición por otros países, tal como ocurrió con Rojas, considerado por la PGR "una ficha clave del narcotráfico internacional".
 
Rojas fue enviado ayer, martes, en un vuelo comercial a Estados Unidos, donde la justicia le acusa de tráfico de drogas y armas, y  conspiración para distribuir narcóticos en ese país.
 
El presunto narcotraficante, que fue enviado inicialmente a la ciudad estadounidense de San Antonio (Texas), deberá enfrentar los cargos ante una corte de Pensilvania, según la PGR.
 
Rojas, detenido en México desde 1999, interpuso varios recursos legales para tratar de evitar su extradición a EEUU, pero la PGR consiguió demostrar que la petición de Washington era jurídicamente procedente, señaló el funcionario de la Procuraduría.
 
Según las autoridades, Rojas llegó a México en 1999 huyendo de las autoridades de EEUU, donde había liderado una vasta red de narcotraficantes que operaba en Pensilvania.
 
La PGR ha dicho en varias ocasiones que los delincuentes mexicanos se han aliado con narcotraficantes colombianos para enviar cocaína y heroína a EEUU, el mayor consumidor de drogas del mundo.