Fuentes del Banco Central de Ecuador explicaron ayer que las afirmaciones del ex mandatario Abdalá Bucaram, en el sentido de que debería declararse el estado de emergencia nacional y disolver el Congreso Nacional provocaron una reacción negativa.

“Ecuador se destaca por sí mismo. Está más bajo que el resto del mercado debido a que la situación política continúa deteriorándose”, dijo Enrique Álvarez, estratega de mercados de IDEAglobal.

La agencia Reuters, en un despacho desde Nueva York, sostuvo que “el Gobierno ecuatoriano negó el viernes que esté analizando la disolución del Parlamento o la declaración del estado de emergencia en el país, después de que un aliado político recomendó esas opciones para aplazar la crisis desatada por el control de la Corte Suprema (CSJ)”.

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Álvarez, de su lado, añadió que “esto no es lo que uno quiere oír en un país democrático y pro mercado, y por eso Ecuador parece estar operando a la baja”.  Los precios de los bonos ecuatorianos también bajaron.

De acuerdo al BCE, el riesgo país entre el 8 de marzo, fecha en que el indicador llegó al nivel más bajo en este gobierno, con 592 puntos, y ayer subió 142 puntos.

Para Jaime Carrera, secretario del Observatorio Fiscal, las señales al exterior son cada vez peores; precisamente, en momentos en que Ecuador se prepara para reiniciar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio el próximo lunes en Lima y el ministro de Economía, Mauricio Yépez, y el presidente y el gerente del BCE, Polibio Córdova y Mauricio Pareja, respectivamente, se encuentran en Washington explicando al Fondo Monetario Internacional el supuesto “blindaje” de la economía ecuatoriana frente a la inestabilidad de eventos políticos.

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Mientras,  el agregado de prensa de la Embajada de Estados Unidos, Glen Warren, dijo anoche que no había  ningún pronunciamiento sobre la crisis política.