Alarmada por los actos más recientes de violencia registrados en partidos de fútbol, la policía europea intensifica sus esfuerzos por impedir que los hinchas violentos perjudiquen el desarrollo de los partidos de la próxima Copa Mundial en Alemania.

Unos 6.000 hooligans alemanes registrados serán proscritos de los estadios del país y deberán presentarse a las estaciones policiales durante los juegos, dijo una fuente del Ministerio del Interior del estado de Renania del Norte-Westfalia.