El jugador argentino debe volver a Brasil para ser juzgado por racismo.

El jugador argentino Leandro Desábato, del club Quilmes, detenido en Sao Paulo bajo la acusación de injuria racista contra el futbolista brasileño Grafite, después del partido que el miércoles de noche su equipo perdió 3-1 frente a Sao Paulo por Copa Libertadores, fue liberado ayer.

Desábato salió de prisión después de que su abogado pagó la fianza fijada por el juez Marcos Alexandre Correa de cerca de 3.900 dólares y tras pasar dos noches en el distrito policial de Casa Verde.

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El jugador podrá regresar a Argentina después de firmar un compromiso de que regresará a Brasil cuando sea citado por la  justicia en el proceso penal en su contra por “injuria calificada con agravante de prejuicio racial”, según el artículo 140, párrafo tercero, del Código Penal, que puede suponer una pena de entre uno y tres años de prisión.

Desábato fue detenido en pleno césped del estadio Morumbí, en cuanto terminó el juego en que el Sao Paulo venció 3-1 al Quilmes, por el Grupo 3 de la Copa Libertadores.

Según la acusación del futbolista brasileño, Desábato le dijo “negro de mierda, métete una banana en el c...”, al final del primer tiempo del partido  jugado en el estadio Morumbí, y que finalizó con el triunfo local 3-1, por el  Grupo 3 de la Copa Libertadores de América.

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Según la policía, el cariz de los insultos fue comprobado gracias a un video de la televisión en el que es posible “leer los labios” del argentino.

Desábato fue llevado a una comisaría, esposado y en una camioneta de la Policía.

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Caso inédito
La situación del argentino Leandro Desábato no tiene precedente en Sudamérica, aseguró ayer el secretario ejecutivo de la Conmebol, Francisco Figueredo Brítez.

“Antecedentes de esta cuestión en los últimos 18 años, desde que estoy en la Confederación no se han registrado; improperios sí, pero no en este sentido”, afirmó Figueredo.

“De acuerdo a la legislación brasileña, está prohibido el discrimen racial y desde ese punto de vista la policía cumplió su obligación, aun cuando nos duela a nosotros que estamos en el fútbol. La FIFA cuida mucho este tema y ha alertado a todos los países que conforman su organización”, enfatizó el directivo.
 

REACCIONES

ANTIDEPORTIVO

“El incidente ocurrido es un paso más en la escalada de  prejuicios y discriminación en los estadios de fútbol de todo el mundo. La actitud racista del argentino va contra todos los valores de  igualdad, respeto y unión promovidos por el deporte”, dijo un comunicado del Ministerio de Deportes de Brasil. 

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SIN ARREPENTIMIENTO
“Estuvimos con Desábato y no se mostró arrepentido.
Admitió textualmente lo que dijo a Grafite. Lo llamó macaco, negrito. Le mandó ponerse una banana en un lugar del cuerpo  que prefiero no decir”, dijo Marcos Alvarenga, presidente de la Comisión de Negros y Asuntos  Antidiscriminatorios de Brasil.

MARADONA
“Grafite no es ni el primero ni el último al que insultan. En la calentura del partido uno puede decir cualquier cosa. No puede ser que Desábato quede como el malo de la película cuando en una cancha de fútbol siempre se dijo cualquier barbaridad. Su detención fue un bochorno”, expresó Diego Maradona.

PULSO ACELERADO
“En un partido de fútbol la mente está más  acelerada. El agravio es una cosa momentánea por el  pulso rápido y no una opinión definida de lo que se está diciendo”, comentó Daniel Passarella, DT argentino del Corinthians.

‘TOSTAO’
“La ofensa a Grafite no fue una  premeditada manifestación de racismo. Sí un antiguo, común y condenable hábito de provocar el adversario, al llamarlo negro y otros nombres”, dijo Eduardo Gonzalves Tostao,  campeón del mundo con Brasil en México 1970.

TOMAR CONCIENCIA
“Grafite se sintió ofendido y no hizo más que defender sus  derechos como ciudadano. Tal vez sirva (a todos, no solo a Desábato) para empezar a tomar  conciencia de que un agravio racial no puede ser considerado una reacción del  momento”, señaló ayer diario La Nación, de Argentina.