El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo ayer que no le envía mensajes electrónicos ni siquiera a sus hijas, porque teme que se los lean y los publiquen.

“Debe haber cierto sentido de privacidad”, afirmó en una reunión con la Sociedad de Editores de Periódicos de Estados Unidos.

Bush habló de su aversión por el correo electrónico durante una discusión acerca de si su gobierno responde de manera suficiente las solicitudes hechas bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA, siglas en inglés).

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Defensores de una mayor apertura gubernamental acusan al gobierno de Bush de usar la necesidad de proteger la seguridad interna como excusa para mantener en secreto más información.

Sean Moulton, portavoz de OMB Watch, un grupo que sigue las decisiones tomadas por la Oficina de Gerencia y Presupuesto de la Casa Blanca y de otras agencias gubernamentales, expresó: “Este es un gobierno que empeora por día con respecto a permitir el acceso público a información y documentos”.