Con la quema de monigotes que representaban las figuras del mandatario Lucio Gutiérrez y del presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Guillermo Castro Dáger, alrededor de 500 funcionarios judiciales participaron activamente ayer en el paro convocado por la Prefectura de Pichincha y la Alcaldía de Quito.

En su protesta, que se desarrolló cerca del edificio de la Corte Superior de Quito (centro norte de la capital), los trabajadores desconocieron las resoluciones adoptadas por la CSJ y respaldaron a los vocales del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), Germánico Maya y José Robayo.

Mientras, la Corte Suprema de Justicia (al norte de Quito) cerró ayer sus puertas por disposición de Castro para evitar incidentes por el paro de actividades.

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El edificio permaneció resguardado por 300 efectivos policiales y del Ejército, pero en sus alrededores se produjeron manifestaciones y cierre de vías esporádicos. Entre ellos, un grupo de unos cien empleados de una farmacéutica, vestidos de negro.

No lejos de allí, frente a la administración zonal norte del Municipio, unos 150 trabajadores municipales quemaron llantas y gritaron consignas contra el régimen y exigieron el cambio de la actual Corte Suprema de Justicia.