La falta de bancas, techo y otros daños en las aulas, retrasa el año lectivo en diversos planteles locales.

El periodo escolar en varios planteles fiscales de la ciudad se inició el pasado 11 de abril presentando problemas en su infraestructura y mobiliario.

Así sucedió con el colegio técnico experimental Vicente Rocafuerte, que alberga a un promedio de 6.000 estudiantes por año, pero en este periodo  lectivo, el ingresó del alumnado fue parcial debido a los arreglos que se realizan desde ayer en sus instalaciones.

Publicidad

Jaime Hurtado, presidente del Comité de Padres de Familia del establecimiento educativo, señaló que la inversión de reparación asciende a 286.000 dólares.

Esos fondos pertenecen a la recaudación por concepto de contribución voluntaria que se hizo este año, añadió el padre de familia.

Los trabajos en el Vicente Rocafuerte comprenden la readecuación de las baterías sanitarias y uno de los bares, reposición de enlucido en algunas partes donde falta cemento, pintada de las instalaciones, instalación de puertas y ventanas nuevas y soldadura y pintada de 1.500 bancas.

Publicidad

Hurtado tiene previsto que la obra finalice en diez días. Aseguró que cuando se le entregue formalmente los arreglos del colegio a Jorge Itúrburu, su rector, se le hará firmar un acta de compromiso sobre el mantenimiento del centro educativo.

La matriculación extraordinaria en el Vicente Rocafuerte continúa y según el presidente del Comité de Padres de Familia se vigilará porque ese dinero se use para ofrecer una mejor educación a los jóvenes que se forman allí.

Publicidad

En cambio, otros planteles como el Centro Educativo Comunitario Intercultural Bilingüe Santiago de Guayaquil, situado en Bastión Popular, en el norte de la ciudad, todavía no cuentan con instalaciones en óptimas condiciones para que los niños acudan a estudiar normalmente.

José Naula, profesor de ese plantel, está consciente que entre más tarde inicien el periodo escolar, los alumnos no podrán cumplir con los 200 días laborables hasta diciembre próximo, como lo estableció la Dirección Provincial de Educación.

“Quisimos construir la escuela de cemento durante el invierno, porque antes era de caña, sin embargo, no pudimos porque las lluvias no lo permitían, recién ahora podemos hacerlo y se tiene previsto que para el 18 de abril ya entren cerca de 300 alumnos. Hasta el momento seguimos receptando las matrículas y ya están ingresado 150 niños”, agregó el maestro.

Las labores que se efectúan en ese establecimiento educativo incluyen el levantamiento de seis aulas, el relleno de lo que será el patio y la elaboración de pupitres.

Publicidad

“Para contar con las bancas, los padres de familia han colaborado trayendo grandes pedazos de madera o dando una banquita más o menos en buen estado. Con eso se podrá diseñar unas 50 bancas que bien nos hacen falta”, manifestó Naula.