Solo una pala mecánica del Ministerio de Obras Públicas (MOP) trabaja en la vía Loja-Zamora, donde  los continuos deslaves  han ocasionado cierres parciales y problemas a los transportistas.

La situación de la   carretera Loja-Zamora es la misma que  hace una semana en que se produjeron, al menos, siete deslizamientos; las lluvias y la fragilidad del terreno la han tornado casi intransitable.

Aquello originó la formación de largas filas de automotores, pues algunos esperan que otro chofer esté delante con su carro para saber por dónde conducir, especialmente los de transporte pesado.

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Lluvias
Los desmoronamientos son frecuentes, sobre todo en esta época del año por la presencia interminable de lluvias, situación que, según los usuarios y moradores aledaños a la vía, se presentará hasta junio o julio de este año.

Los usuarios, especialmente los conductores de buses interprovinciales y de carga, reclaman la presencia de más maquinaria en la vía, debido al constante peligro que representa cruzar cada uno de los siete deslaves ocurridos.

En sitios como La Zurita, quebrada San Jacinto, San Francisco, El Tablón, El Retorno y El Carmen, la dificultad para pasar cada vez aumenta   por el material pétreo que cae de las laderas.

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Hay incluso  choferes que prefieren aminorar la velocidad de sus automotores y pasar los tramos con cuidado.