El Gobierno no da por perdido el debate de su propuesta de reestructuración de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y confía que el pleno del Congreso analizará el texto preparado en las conversaciones que se mantuvo con la oposición.

El texto para la cesación de la actual CSJ, integración del Comité de Calificación de los nuevos magistrados y el trámite que se debe aplicar para que el proyecto sea aprobado, según el Ejecutivo, son los tres puntos en los que no se ha logrado consenso.

En esa medida, lo que el régimen espera es que la falta de acuerdos legislativos para aprobar otros proyectos relacionados con la Corte obliguen a los diputados a discutir el texto presidencial.

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En ese contexto, la noticia de que ayer en el Congreso solo se lograron 50 votos para destituir a la actual CSJ, fue bien recibida en Carondelet. Ayerve ratificó la posición del Gobierno de aprobar el cese inmediato de la Corte, pero considera que incluir la discusión del proyecto en otra propuesta legal que ya fue tratada en primer debate por el legislativo, puede desvirtuar el propósito de la ley y causar a futuro algún problema legal.

Reconoce que con este trámite se ganaría tiempo para cesar a la CSJ, pero insiste en cumplir los tiempos reglamentarios. “Si ya hemos aguantado 100 años de justicia politizada y cuatro meses de crisis jurídica, esperar unos pocos días más parece no ser mucho tiempo”, dijo.