El Servicio de Rentas Internas (SRI) inició el proceso de fiscalización de las cuentas generales de las operadoras celulares Porta y BellSouth (hoy Movistar) y de la de telefonía fija Andinatel.

Las tres telefónicas recibieron órdenes de determinación tributaria (un proceso encaminado a establecer cuál es el monto de la obligación fiscal que el contribuyente debió declarar frente a lo presentado) porque el SRI sospecha de un perjuicio económico en el pago de los impuestos al Estado.

Con la fiscalización, que se incluye en el proceso de  determinación, se busca establecer si hubo perjuicio al Estado, el SRI revisa las cuentas de las empresas y si es necesario aplicará otros mecanismos como la información cruzada, las bases de datos de las empresas tributantes y datos de terceros.

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Técnicos de Andinatel explicaron que el SRI pidió, a esa empresa, toda la documentación relacionada con el cobro de los impuestos a los consumos especiales (ICE) y al valor agregado (IVA) en el servicio telefónico, durante el 2002. Los técnicos presentarán esos informes en un mes, dijeron.

No obstante adelantaron que el problema pudiera radicar en la información que presentaron los locutorios (centros desde donde se realizan llamadas telefónicas).

Según argumentaron, en el 2002, Andinatel tributó alrededor de 20 millones de dólares, una de las más altas cifras de ese año.

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El SRI indaga a BellSouth y Andinatel porque considera que su tributación pudo haber sido mayor.

En el caso de Porta -en donde también se inició el proceso  las órdenes de determinación fueron porque esa empresa ha declarado pérdidas en tres años consecutivos (1999, 2000 y 2001).

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Las operadoras indicaron  que han facilitado toda la información necesaria para aclarar que el monto tributado y el que el SRI estima debió haberse pagado a las autoridades, coinciden.