La mañana de ayer, Sonia Avellán, arrendataria de una cafetería que operaba en el área de preembarque internacional, protestó con sus empleados contra Tagsa, la concesionaria del aeropuerto Simón Bolívar de Guayaquil, por un supuesto desalojo.

Según ella, Tagsa quiere cobrarle un alquiler muy alto, pero como se negó a firmar el nuevo contrato se le impidió hace varios días el ingreso al lugar. Los funcionarios de Tagsa no dieron declaraciones.