Profesionales, legisladores y entidades sociales reclamaron ayer la despenalización del aborto en Argentina, reabriendo un debate entre la Iglesia Católica y el gobierno de Néstor Kirchner.

La controversia se dio cuando Kirchner echó al obispo  castrense, Antonio Baseotto, por decir que habría que “colgarle una  piedra al cuello y tirar al mar” al ministro de Salud por apoyar el aborto.