Dos disidentes de la guerrilla colombiana y un ciudadano de ese país con estatus de refugiado eran parte de la banda (formada por otros cuatro colombianos y dos ecuatorianos) capturada el 24 de marzo pasado, y que mantuvo cautivos a dos trabajadores petroleros durante 61 días.

Néstor Jaramillo Pava, uno de los detenidos, declaró ante el fiscal Wilson Toaquisa, que perteneció al Frente 27 de las FARC, pero que había desertado y llegado al Ecuador en el 2004. Un caso similar es el de José Alfredo Pérez (a) El Juaco, quien formó parte de la misma guerrilla durante 11 meses, pero al ser encarcelado por cuatro años por el delito de rebelión, decidió viajar hacia nuestro país. Entre tanto, Abel Mejía, también colombiano, consta como refugiado político en el Ecuador.

Jaramillo, Mejía y Pérez acompañados por siete personas más, dos de ellas ecuatorianas, iniciaron en septiembre de 2004 las labores para secuestrar a Gustavo Cachimuel y Ángel Lignia, empleados de Petrocomercial.

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El plagio se concretó el 22 de enero de 2005, pero después de dos meses de investigaciones policiales y fiscales fue desarticulado gracias a la triangulación telefónica.

Las llamadas que se hicieron a través de celulares por parte del negociador en Colombia, Wladimir Prieto Quintero (a) El Gordo dieron las pistas. La Fiscalía ofició a las empresas Alegro, Porta y a la entonces Bellsouth a que colaboraran e identifiquen los números telefónicos de los que procedían las llamadas.

Luego se presentó la petición legal para rastrear ciertas conversaciones en clave y finalmente identificar las radios bases. Así se ubicó el lugar de encuentro de los secuestradores, en un restaurante ubicado en la Pedro Fermín Cevallos y Oriente (centro de la capital).

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Una llamada del 22 de marzo pasado dio a conocer a la Policía que los plagiarios estaban sin alimentos y que debían abastecerse en Quito. En efecto, Nicolás Prieto Quinteros, José Dilvar Sánchez, Luis Alfredo y Luisa Simba (los dos últimos ecuatorianos) acudieron a un centro comercial donde compraron víveres.

Ellos fueron apresados a la salida del establecimiento. Allí confesaron que iban a entregar los alimentos en el peaje de la vía Alóag - Santo Domingo, adonde acudió la Policía.

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En el lugar, también fueron detenidos Wellington Quintero (a) El Chucho y Alirio Montaño (a) John Faver. Luego, los policías y el fiscal emprendieron el viaje de ocho horas hacia las estribaciones de El Atacazo (cantón Mejía, Pichincha) donde rescataron sanos y salvos a los dos empleados petroleros.