El asesino se acercó a la joven y disparó tres veces: dos impactó en la madre y uno en el hijo de 7 meses.

Cuando José Marcelino Peñafiel Fariño cumpla su sentencia condenatoria en la Penitenciaría del Litoral y recupere la libertad tendrá 48 años.

Por la saña y alevosía con que asesinó con dos disparos de revólver a Cindy Carola Peñaherrera Villafuerte, de 16 años, quien en ese momento estaba indefensa porque tenía en sus brazos a su hijo de 7 meses, el 5º Tribunal Penal del Guayas, que preside el juez Gabriel Noboa Icaza, impuso a Peñafiel Fariño la máxima pena de 25 años de reclusión mayor especial.

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La Fiscalía también lo acusó de haber herido al infante Carlos Mata Peñaherrera (hijo de Cindy Carola) con un disparo en el hombro. El niño quedó en grave estado, reveló el protocolo médico legal.

En el informe policial consta, según el relato de los testigos, que como a las 21h00 del sábado 7 de febrero del 2004, en un sector del barrio Flor de Lomas, del cantón Lomas de Sargentillo, José Marcelino Peñafiel se dirigió hacia la joven. En supuesto estado de ebriedad se le acercó y aunque nadie supo qué le dijo, solo vieron que la mujer lo rechazó y trató de eludirlo.

Peñafiel Fariño reaccionó y con un revólver calibre 22 le disparó tres veces: dos proyectiles impactaron en Cindy Carola y uno en el hombro derecho del menor.

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El proceso penal que se inició en el Juzgado 16º de Daule, pasó a la etapa del juicio, y a la cuarta convocatoria el 5º Tribunal Penal realizó la audiencia de juzgamiento (18 de febrero del 2005).

Durante la etapa de la prueba, el representante del Ministerio Público presentó sus testigos. Galo Enrique Sampín Candelario, médico legista que realizó la autopsia de la fallecida, en el interrogatorio ratificó el contenido del informe y reconoció como suya la firma que consta en pericia.

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En su intervención, el doctor Sampín indicó que la fallecida tenía dos heridas de arma de fuego y que los disparos se realizaron, uno a corta distancia (no más de 50 centímetros) que dejó huellas de pólvora sobre la herida.
El otro, debió realizarse a dos o tres metros (de larga distancia).

El sargento de policía Lince Gagarín Moreta Palacios, quien elaboró el parte y ratificó su firma durante el juzgamiento, expuso que una hermana de la fallecida denunció el hecho en el destacamento de la Policía Rural de Lomas de Sargentillo, aproximadamente a las 21h00 de ese día. Indicó que cuando llegaron al sitio ya no se encontraba Peñafiel  y que un médico  diagnosticó que Cindy Peñaherrera había fallecido. Entonces su cadáver fue trasladado a la morgue de Daule.

Moreta Palacios  relató que en el lugar donde se cometió el crimen los moradores acusaron a José Marcelino Peñafiel Fariño como el autor de los disparos.

El policía José César Mina Quintero ratificó el informe de investigación que elaboró. Narró que recibió las declaraciones de la testigo América Ipatia Díaz López, quien vio el hecho y ayudó a los heridos. También reconoció en la sala de audiencias al acusado José Marcelino Peñafiel Fariño, como el autor de los disparos.

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El policía Mina Quintero señaló que durante la investigación declararon Wilfrido Morán Ortiz y Bartolomé Peñaherrera Espinales, quienes al rendir sus versiones manifestaron que el acusado fue el autor de los disparos que causaron la muerte de Cindy Carola Peñaherrera y heridas en su hijo de 7 meses.

La versión del uniformado  también revela que el acusado huyó en una bicicleta y que para evitar que lo atraparan realizó disparos de arma de fuego al aire y se abrió paso entre la oscuridad y la multitud que se encontraba en el sitio.

Frente a los jueces, el reo negó haber asesinado a Cindy.
Por el contrario, declaró que nada recordaba sobre el hecho porque estaba ebrio, e insistió que cuando se encuentra en ese estado de nada se acuerda al día siguiente.
También aseguró que su amigo de apellido Quinteros lo llevó a casa y que él nunca ha estado apresado, excepto una vez por un escándalo en la vía pública, en Guayaquil.