El libro de Carlitos Mora Peñafiel, el joven que hace diez años fue infectado con el virus del sida en la clínica del doctor Galo Garcés Barriga, se titulará Carlitos: la fuerza de un hombre débil.

Así lo afirmó ayer su abogado, Rafael Esteves Moncayo, quien tuvo el encargo de revisar y corregir los textos. Y Liduvina Peñafiel, la madre del joven, lo confirmó.

La obra recopila la vida de un niño que padece insuficiencia renal desde los 5 años y que para recibir tratamiento de hemodiálisis acudió a la clínica del doctor Galo Garcés, a los 8 años, donde se contagió, al igual que otras 20 personas, con el virus del VIH. El libro se publicará en mayo próximo, anunció Esteves.

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“Todo está listo. El jueves 14 de abril se van los textos hacia Argentina, para que el Premio Nobel de la Paz (1980), Adolfo Pérez Esquivel, los lea y escriba el prólogo, como lo ofreció”, dijo Esteves.

El libro está compuesto de doce títulos, entre los que Mora refiere sus recuerdos de la infancia, el kinder, su encuentro con el Zorro (personaje de una serie de la televisión), con quien se identificaba. También, sus travesuras de niño, de los que asegura el autor, fueron los mejores momentos de su vida. El apego desde muy niño hacia su mamá hasta cuando esta iba al baño, porque papá (Eusebio Mora) siempre estaba fuera por el trabajo. A ella le dedica el capítulo: ‘Mi madre, mi mejor doctora’.

Relata sus primeros pasos en el fútbol y que él soñó ser futbolista. “Ese deseo no se hizo realidad por culpa de un médico que no respetó la vida de un niño. Ahora no puede caminar ni jugar, tampoco andar en bicicleta como solía hacerlo en el antiguo parque Guayaquil (hoy la zona regenerada del Malecón del Salado)”, relata en la obra.

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Liduvina estaba feliz ayer, al saber que la obra que su hijo escribió en las noches y madrugada, se hará realidad.
“Quiero que llegue el día del lanzamiento del libro para que Carlitos lo viva, que sienta en ese momento el apoyo anímico y solidario de muchas personas. Mi hijo es feliz, a pesar de la enfermedad, excepto en los ratos de crisis, pero se repone y sigue su vida normal”, sostiene con firmeza la progenitora, aunque denota nostalgia en sus expresiones.

Carlitos nada comentó ayer porque durmió hasta muy tarde debido a que estuvo en una pijamada con sus primos.