Los implantes de silicona en los senos, prohibidos para la mayoría de las mujeres estadounidenses desde 1992 debido a dudas sobre su seguridad para la salud, serán analizados de nuevo este lunes mientras un comité de expertos sanitarios sopesa si los nuevos datos demuestran que estos implantes son lo suficientemente seguros para comercializarse de forma más extensa.
 
La reunión de tres días se iniciará con casi 12 horas de testimonios públicos de pacientes, médicos y grupos interesados que apoyan y se oponen a los implantes fabricados por Inamed Corp. y su rival Mentor Corp.
 
Muchas mujeres y cirujanos plásticos dicen que los dispositivos rellenos de gel de silicona, de fácil acceso en otros países, aportan un aspecto y sensación más natural que los implantes salinos.
 
Pero algunas pacientes están convencidas de que la filtración de la silicona puede provocar enfermedades, aunque los estudios no han logrado hallar un nexo con el cáncer, lupus u otras enfermedades crónicas.
 
En octubre del 2003, un comité asesor dijo que los implantes de silicona de Inamed eran suficientemente seguros para venderse, pero la agencia rechazó la aplicación y pidió a todos los fabricantes que reunieran más datos sobre cuándo y la frecuencia con la que se rompen los dispositivos.
 
El comité de expertos externos de la FDA (siglas en inglés de las Dirección de Alimentos y Fármacos) revisará los nuevos datos esta semana.
 
Tanto Inamed como Mentor dicen que los implantes de silicona que fabrican son más fuertes que los que fueron populares en los 70 y los 80, y que el gel es más pegajoso y menos probable que se filtre.
 
Los revisores de la FDA cuestionaron la semana pasada los nuevos datos de las dos compañías, ya que dicen que no han conseguido arrojar luz sobre la probabilidad de que el implante se rompa.
 
Los análisis de Inamed dan por hecho que "el implante no envejece", de forma que el número de dispositivos rotos es el mismo cada año, dicen los revisores.
 
El personal de la FDA citó estimaciones de que del 21% al 74% de los implantes de silicona podrían romperse diez años después de su implantación.
 
Las supervivientes de cáncer de mama y otras mujeres que precisaban reconstrucciones mamarias o reposición de implantes han podido recibir la silicona pese a la prohibición de 1992, aunque sólo a través de ensayos clínicos.
 
Entre 25.000 y 30.000 mujeres estadounidenses se someten a implantes de silicona al año como parte de estos ensayos clínicos, dijeron responsables de Inamed.
 
Según la Asociación Estadounidense de Cirujanos Plásticos, en el 2004 se realizaron más de 264.000 implantes cosméticos y casi 63.000 reconstrucciones de senos.