Real Madrid y Barcelona se enfrentan hoy en un clásico decisivo.

Hacía tiempo que un Real Madrid-Barcelona no sonaba tan fuerte. Seis años han pasado con el Barça alejado de los títulos y la posibilidad de ganar la Liga de Fútbol Profesional Española está más cercana que nunca.

Por ello, el clásico tiene un ambiente especial. Las entradas son un tesoro agotado, el número de medios acreditados superó todos los récords, y los entrenadores de ambos equipos jugaron a esconder las cartas de sus alineaciones durante la semana.

Solo el brasileño Vanderlei Luxemburgo se atrevió a romper ayer la baraja: Ronaldo, Michael Owen y Raúl es su apuesta ofensiva para volver a treparse en el tren de la Liga.

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Así, merengues y blaugranas disputarán en el madrileño estadio Santiago Bernabeu el que ha sido denominado como ‘el partido del año’, encuentro que estará marcado por su carácter decisivo, y la inédita y sorprendente suplencia confirmada del galáctico portugués Luis Figo.

Será, según los entendidos, el último tren de salvación para Real Madrid, pero lo cierto es que los 9 puntos de ventaja con los que llega Barcelona le dan un cariz absolutamente decisivo no solo al duelo, sino también a la liga.

Por eso, Vanderlei Luxemburgo arriesgará al máximo en busca de los 3 puntos. Recuperará el rombo como sistema para rescatar a Zidane de un puesto donde no tiene tanta utilidad y, con el danés Gravesen cubriendo las espaldas, hará funciones de enganche junto a Ronaldo y Owen, así como a un recuperado Raúl González que se recostará por la banda izquierda.

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Con el objetivo de sentenciar la Liga, aunque con la disposición a firmar un empate, Barcelona afronta el clásico con las bajas de Ronaldinho, Carles Puyol y Deco.

Sin embargo, Samuel Etoo dejó claro, aunque eludiendo polémicas, que quiere reivindicar con goles en el Santiago Bernabeu la condición de estrella del fútbol mundial que le negó la entidad madridista.