Me da pena ver cómo mi país se convierte en un relajo.

¿Cómo es posible que hombres que están en el exilio lleguen a Ecuador, por unos corruptos políticos, talvez por algo más (dinero), y hagan lo que quieran? ¿Y las leyes y las autoridades, qué hacen? Parece que todos estuvieran solo mirando; si supieran cómo lo ven de afuera al Ecuador, y más, con la traza de ladrones. Todos quieren algo.

Ojalá mi país no se convierta en Venezuela o Cuba, donde solo los aliados, hijos, amigos, controlan todo. Recordemos cómo unos hicieron dinero. Soy un ciudadano que vive en el extranjero y quiere a su tierra que lo vio nacer y crecer.

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Rolando Castro
Los Ángeles, EE.UU.

El prestigio del país, o su buena imagen, sufre un deterioro crónico por culpa de un sector de malos ciudadanos.

No se respetan cánones de ética o un mínimo de consideración a personas o instituciones, cuando se trata de conseguir algún rédito o capitalizar la atención pública con fines ulteriores.

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Es tarea de todos contribuir a que la tranquilidad se afiance en el país, para que los pícaros y truhanes no se aprovechen del caos para alcanzar sus fines. Inclusive, las entrevistas de los medios de comunicación a personajes mediocres de incipiente cultura, deben limitarse por respeto a la sociedad y no dar paso a expresiones que constituyen, además de infracciones punibles, atropellos incalificables a la dignidad humana.

Se ha tocado el fondo de la vulgaridad hasta el punto que tenemos la sensación de que nos encontramos inmersos en el aquelarre de una inmensa “feria”, de la que no podemos escapar quienes queremos vivir en paz, bajo el imperio del Derecho y de una convivencia civilizada.

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Dr. Carlos Romero Sacoto
Cuenca

Merecemos la condena que vivimos. Abran los ojos ciudadanos, lo tenemos bien merecido, porque en cada proceso electoral nos ponemos la camiseta de mendigos y aceptamos dádivas de quienes nos robarán mañana.

Votamos por ellos porque hemos callado ante el robo de la clase política, ya que nunca se sabe si seremos parte de ella un día, en lugar de reclamar y luchar por los ideales que salven a nuestro país. Los medios de comunicación, esa realidad están obligados a revelarnos y restregarnos en la cara para ver si despertamos.

Todos, incluyéndome, somos culpables de lo que pasa, y no solo la clase política.
Nosotros somos los que votamos y elegimos al “payaso de Carondelet”, y seguiremos eligiendo payasos si no despertamos ahora. Recemos a Dios para que nos haga despertar.

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Eduardo Xavier Vara Ochoa
Guayaquil

En vista de los inverosímiles actos de corrupción acaecidos, y ante tanta barbaridad, recuerden ecuatorianos que los que asaltaron  las arcas del país, buscarán nuestro apoyo en las urnas.

No tengamos mala memoria, se festinó en su tiempo miles de millones de sucres, luego millones de dólares durante nefastos gobiernos. ¿Cómo pudieron vivir lejos, en barrios de lujo, frecuentando casinos y rascándose las barrigas? Roban a  los ecuatorianos y se llevan vilmente en sacos. Recuerden  lo que nos hicieron y no les demos el voto.

Es deber cívico y moral extendernos contra la impunidad y corrupción. Digamos, basta ya, a corruptos que han vuelto  al país a tratar de engañar al pueblo. No tengamos mala memoria.

Ing. Com. José Xavier Bohórquez Gilces
Guayaquil