El mayor hacedor de santos de la historia de la Iglesia Católica, el difunto Papa polaco, podría alcanzar la gloria de los altares en un tiempo récord, con el nombre de “Juan Pablo II, el Grande”.

El interceder en al menos dos milagros, reivindicados en México y Colombia, le abriría un camino rápido hacia los altares, pues se necesitan dos milagros comprobados para ser canonizado.

En México, Herón Badillo Mireles, que actualmente tiene 19 años de edad, asegura que, en 1990, cuando tenía cuatro años, recibió la bendición papal y paulatinamente se curó de leucemia, no obstante haber sido desahuciado.

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En Colombia, una religiosa de 90 años, la hermana Ofelia Trespalacios, afirmó que la bendición de Juan Pablo II, hace 20 años en Roma, la curó inexplicablemente de una enfermedad dolorosa en el oído que le afectaba el equilibrio y que los médicos dictaminaron “incurable”.

Los dos casos han sido divulgados por medios de comunicación y no forman parte de la tradicional documentación que permite iniciar el proceso de beatificación, primer paso para ser santo.

Por ahora la Iglesia mexicana no piensa promover el caso ante el Vaticano y solo lo presentaría cuando se inicie oficialmente la causa de canonización de Juan Pablo II, lo que toma de todos modos un tiempo técnico.

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Pero la posibilidad de que se abra el caso en un plazo récord es alta ya que el propio Juan Pablo II aceleró los requisitos para las canonizaciones en 1983, lo que facilitó que se realizara una rápida beatificación de la madre Teresa de Calcuta.