Clemencia Tola Luque es desde 1975 cónsul del principado de Mónaco en Guayaquil. El cargo lo ocupó primero su padre, Guillermo Tola Carbo, quien falleció en febrero de 1974. “Él fue cónsul por nueve años y al morir, el príncipe Rainiero me encargó el consulado y luego me confirmó como cónsul. Soy su única representante en el país, pues Mónaco no tiene embajada”, dice.

Recuerda que en 1977 Rainiero estuvo en Guayaquil, pero solo de paso, en el aeropuerto Simón Bolívar. Vino con dos de sus hijos, Alberto y Carolina, y con una gran comitiva integrada incluso por el cónsul general de Alemania de ese entonces.

Tola anota que la visita del soberano de Mónaco, fallecido el pasado miércoles, no fue oficial. Él le comentó que siempre había escuchado sobre las islas Galápagos y quería conocerlas.

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Agrega que fue a recibirlo junto con las autoridades seccionales de la época. El príncipe y sus hijos llegaron de madrugada (a las 05h00) y estuvieron en la suite presidencial del aeropuerto, donde desayunaron, anota la cónsul. Y como muestra de la llegada del príncipe posee varias fotos, en las que, efectivamente, constan Rainiero y sus vástagos. En una de ellas, Tola aparece  mostrándole al príncipe la edición de Diario EL UNIVERSO donde se informa de su visita.

La diplomática ecuatoriana, que dedicó su vida a la actividad comercial, anota que nunca  viajó a Mónaco, pero se mantiene en contacto con el principado.

Seguirá en el cargo si el príncipe Alberto así lo decide. En memoria de Rainiero, Tola  organiza una misa para el próximo 15 de abril, a las 12h00, en la Catedral. También invita al público a firmar el libro de condolencias, que estará en la sede del consulado, ubicada en la avenida Francisco de Orellana.