Se están perdiendo los valores, cada uno pelea con los demás, no hay diálogo constructivo ni consensos que beneficien a la patria; son los problemas personales los que tratan de solucionar cuesten lo que cuesten, y no importa que las pasiones más bajas se pongan de manifiesto.

Encontremos un líder que reúna los atributos que la historia nuestra y mundial haya declarado como salvador en los momentos más difíciles, pero que deba tener integridad y la responsabilidad que solo da la moral.

Un líder es honesto, tiene conocimiento y soluciones para todo, es equilibrado para analizar, poner en ejecución los proyectos y se rodea de ayudantes inteligentes y sinceros. Escucha y pone en práctica las buenas opiniones de los contrarios políticos, no es hipócrita, vulgar, ni mentiroso; tiene frases de afecto y felicita a los que expresan ideas positivas aunque sean de sus opositores.

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Un líder es cortés, fraterno, no dice groserías y siempre antepone los intereses de la patria por encima de los de su persona, amistades, familia, y partido; nunca es déspota ni tirano. Nos preguntamos los ecuatorianos: ¿Encontraremos a alguien así?

Lcdo. Enrique Arteaga Gallegos
Guayaquil

Lamentablemente, la mayoría de los ecuatorianos venimos cometiendo por años el mismo error de apreciación,  por la imagen que nos presenta la mayoría de candidatos, quienes ofrecen cambios sustanciales y nos hacen soñar con el paraíso en que convertirán al Ecuador.

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Eso lo consiguen por la habilidad en el uso de nuestro idioma, aprenden desde el verbo engañar, dan a la mentira la apariencia de verdad; nos inducen a creer y tener por cierto lo que no es. Fui uno de los que dieron su voto para que nuestro actual gobernante se encuentre sentado en Carondelet, utilizando la clásica solución del inoperante “borra y va de nuevo”.

¿Hasta cuándo, coronel Gutiérrez? Sabemos que en toda administración siempre hay algunos consejeros responsables, por eso es importante que el principal sepa escuchar para llegar a ser un hombre prudente y juicioso en la solución de los problemas; caso contrario, las consecuencias son las que estamos viviendo.

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Despertad pueblo, corrijamos nuestro error y exijamos unidos el cambio.

Ab. Wellington Toala Lascano
Guayaquil